Semblanza de Fernando Menéndez, poeta

Para el catálogo «Bosque de letras» (de Fernando Menéndez)

 

La escritura de Fernando Menéndez se hace entre poemas, haikus y aforismos. Pero su hacer poético trasciende la mera escritura, en cada esfuerzo por desembarazarse de las simples palabras. Cuando las palabras son meros objetos.

 

Entonces, como tienden a hacer casi todos los poetas, una parte de sus textos se construyen contra las falsedades a ras del suelo, las imposturas políticas y su monstruosa prole. Y ahí la literatura tiene la tarea de buscar otra objetividad posible y a menudo tiene que confesar que la verdad está muy enterrada. Y solo queda la denuncia, como atestiguan muchos de sus aforismos.

 

Entonces, en la vida brutal, entre impotencias, Fernando Menéndez tiende a subir a otro nivel de lo humano, como muchos otros poetas. Y cuando consigue construir un estilo propio —propio que nunca es exclusivo— y alcanza a gobernar la unión posible entre los sentimientos personales y las ideas luminosas, en ese paraje descubre lo que otros antes que él, desde siempre, han averiguado: que si se busca lo bello, se encuentra lo verdadero. Muchos de sus poemas, aforismos y haikus se mueven en este trance.

Pero aquí, el poeta ya liberado, peligra nuevamente. El sentimiento de soledad se cierne como una sombra, pues lo bello mismo peligra cuando no es compartido.

 

De ahí que tenga que seguir subiendo, hasta el límite de lo humano, en busca del sentido. Pero los creadores que llegan a subir hasta aquí descubren que no hay un sentido (tal vez lo haya para poetas místicos). No hay un sentido porque hay múltiples sentidos, un torrente inagotable cuando la afectividad del poeta es suficientemente poderosa. Pero el abismo del sinsentido no llega a ser cegado, todo compositor oscuramente lo vislumbra. Algunos de sus poemas, haikus y aforismos, en el límite de lo inhumano, atestiguan esta lucha contra toda falta de sentido.

 

Pero Fernando Menéndez añade aún otra característica más a su hacer poético. La palabra poetizada envuelta en la materialidad del papel-cuadernillo-o-libro se entrelaza  con dibujos, colores y formas que decoran y con grafías amantes de la belleza, verdaderas caligrafías no domesticadas por la máquina, y de esta manera, el verbo y las formas no lingüísticas se dan la mano despreocupadamente —todo atravesado por la misma afectividad— como si fuera lo más natural del mundo. Y es esta labor poética metalingüística la que horada las distancias y convoca una romería de poetas.

 

Habitualmente los escritores son creadores islas, es lo propio. Sin embargo, en el país donde se crea, donde se escribe y se lee, hay una república literaria.

 

Sin que cada estilo singular se desdibuje, las voces pueden orquestarse. Y pueden congregarse soledades que se reconocen. Cabe manifestarse juntos. Fernando ha aprendido a construir estos puentes.

 

Silverio Sánchez Corredera

 

Agosto de 2024

 

Intervienen en el catálogo de «Bosque de letras», de la Exposición "Bosque de Letras", de Fernando Menéndez, 24 octubre-8 de diciembre 2024, Oviedo: Biblioteca Ramón Pérez de Ayala. Y 18 de diciembre 2024 a 19 de enero 2025, Gijón: Biblioteca Pública Jovellanos:

Fernando Menéndez, Vanessa Gutiérrez González, Juan Varo Zafra, Ricardo Pochtar, Marco Ángel, César Nicomedes, Hiram Barrios, José Luis Truyo, Silverio Sánchez Corredera, José Carlos Díaz, Javier Blasco, María Elvira Muñiz, Jorge Fernández León, Fabrizio Caramagna, Carmen Camacho, Gino Ruozzi, Tomás Sánchez Santiago, Donato Di Poce, Mar Martín Martín, Xuan Xosé Sánchez Vicente, Paulo A. Gatica Cote, Fermín Herrero, Víctor Guillot.

Catálogo de imágenes: Carmen Macías Zafra.

Fotografías de Fernando Menéndez: Mar Martín Martín, María José Menéndez Gutiérrez.

Retrato de Fernando Menéndez: Enrique Rodríguez, “Kiker”.

Diseño y maquetación: FORMA.