ME LLAMO EMMA. SOY UN BEBÉ

 

Reseñas en la Red:

 

Reproduzco aquí intercambios de opiniones sobre Me llamo Emma. Soy un bebé, que se han producido en el contexto de contactos amistosos. Se trata de juicios de valor espontáneos, no surgidos de la mera cortesía, por eso los estimo orientadores para terceras personas. Mantengo el anonimato de los apellidos:

 

Rosa I. G. R. (Gijón):

¡¡Qué feliz se quedó Marta con tu libro!!

 

Marta B. M. (Gijón):

(A R. I. G. R.): No pude llevarme más alegría.... Me está encantando y llevo hora y media de lectura y cómo lo estoy disfrutando. Feliz doblemente, porque me conoces más que nadie nena y porque el autor tengo el honor de conocerlo y nada me hace más feliz que su obra. GRACIAS a los dos. (Diez besos en iconos)

 

SSC: Cuánto me alegro. Un beso, Marta.

Qué más puede desear un autor que encontrar lectoras como tú.

Un beso también para Rosa. Qué grandes personas y mujeres luchadoras, las dos.

 

Gloria F. T. (Valencia):

Me has emocionado, con suavidad y dulzura. Encargué el libro para mi niña, que ha sido mamá hace poco pero no, me lo quedo, mañana pediré otro. Me parece un imprescindible en casa de padres y abuelos y mira que el tema tiene enjundia pero tienes una forma de abordarlo que se hace fácil hasta explicarlo a otros. Querido y viejo amigo... si nos das más, nos alimentas. Un fuerte abrazo desde Valencia.

 

SSC:

Querida Gloria. Gracias por esas palabras, maravillosas para mí. Y no se trata ni de reconocimientos ni de parabienes, realmente eso me importa más bien poco. Se trata de coincidir en la mirada, de compartir algo que se ha visto (difícil de mostrar) y que se estima que es un descubrimiento.

Este libro, entre todo lo que he escrito, tiene algo de especial para mí: revivirlo, repensarlo me da una sensación de bienestar psíquico muy poderosa. No soy creyente, pero ahora entiendo a los místicos.

Para mí ha sido un premio, algo que me ha pasado más bien que algo que yo haya construido. Fue esa comunicación poderosa entre mi nieta Emma y lo que me transmitía lo que hizo posible que pudiera situarme a esa distancia "poética" suficientemente próxima de lo que le estaba pasando a Emma en sus primeros 20 meses, como para trasvasarlo a nuestro lenguaje de conceptos.

En fin, que te agradezco tus palabras, porque me haces ver que no ha sido un espejismo que yo haya sufrido, sino algo compartido. Gracias, Gloria. Disfruta de tu nieta o nieto. Un abrazo muy fuerte.

 

Gloria F. T. (Valencia):

Muchas conversaciones con una amiga que también pertenece a esa extraña raza, casi en extinción, que sois los 'filósofos', en algunas esquinas nos encontrábamos, en otras nos alejábamos... El tema, me atrevo a decir, es uno de los grandes temas sobre los que pensar. Algunas veces hemos llegado a la conclusión de que la maldad humana comenzaba en ese momento en el que de nuestra garganta ya no salen sonidos... Bueno... es largo para explicarlo aquí, pero tu libro ha conseguido que se conectaran neuronas, vísceras, vivencias, deseos y esperanzas. Hasta alguna lágrima me ha sacado. Es absolutamente preciosa tu forma de contar y destripar esa parte tan importante de nuestra esencia. Es nieta y se llama Carla, tiene dos meses, yo le canto y me imagino que me hace los coros con sus sonidos.

 

SSC:

Es precioso todo lo que dices. Un beso para Carla. Ánimo para sus papás, que tienen una ardua tarea. Comparto por completo todo lo que dices. Un abrazo, Gloria.

 

Cántale a Carla, los bebés captan más sentidos de lo que la gente en general cree. Cántale, sí.